LOS ANGELES – CALIFORNIA
A Los Angeles llegamos el 18 de Mayo, luego de pasar la noche anterior en un motel de carretera a 70 km del centro de la ciudad. Ni bien pudimos cargar todo el abultado equipaje, nos pusimos en movimiento hacia el centro donde la idea era encontrar hotel donde dejarlo y recorrer más livianos la ciudad más extendida de los Estados Unidos, y una de la más grandes del mundo. Enseguida se aprecia por qué se describe como una metrópolis pensada para el automóvil, el peatón casi no cuenta en su diagramación. Grandes redes de autopistas que se entrecruzan a diferentes niveles dan la sensación de caos y locura, pero esto cambia cuando uno se desvía hacia las redes viales secundarias que se meten en los típicos barrios americanos de las películas hollywoodenses donde priman las curvas, el verde y altas palmeras que escoltan casi cualquier calle. Tuvimos la suerte de que el GPS nos llevara a la zona de la calle Hollywood y Sunset, de las más glamorosas y encontrar un hotel relativamente barato. La noticia de que teníamos internet WI-FI nos alegro a todos ya que nos urgía comunicación con el paisito.
Autos deportivos abundan en cada esquina, descapotables parecen ser factor común en un clima benigno casi todo el año que permite hacer uso mas intenso de este tipo de autos. La recorrida incluye casas en las colinas con vastas vistas envidiables y centros culturales y de arte. La oferta arquitectónica es muy amplia y variada. Desde una estación de servicio hasta casas de playa o montaña conforman el itinerario que marca la guía. El Pacific Design Center, la Tienda Prada y el paseo de la fama donde nos sacamos fotos con los nombres de las estrellas grabadas en la acera, fueron los lugares que visitamos el primer dia.
El segundo dia, estuvimos por el The California Endowment, centro de estudios de la salud, la Iglesia de Rafael Moneo donde se genera un interesante juego de luces y sombras, donde el detalle de la cruz de luz que el arquitecto hace aparecer sobre altar hacen de este templo una visita obligada. The Walt Disney Concert House, alberga auditorios, un museo, y diferentes salas para proyección audiovisual; breve visita a la Universidad y después a la playa a ver si podíamos ver esa imagen repetida en los films americanos de gente en rollers, bici o haciendo deporte. La costa californiana se presento mas fresca de lo que esperábamos pero aun asi estaba llena de personas paseando y haciendo deporte en un lugar muy bien cuidado y equipado de ciclo vía, asientos, una generosa acera donde caminar y disfrutar el paisaje, miradores, muelles y las conocidas casillas de salvavidas – baywatch- entre otros.
Algunos se fueron a sacar fotos en la noche al cartel ubicado en las colinas que dice “HOLLYWOOD” ya que el día no nos alcanzó pero yo deserté la idea para preparar la partida planificada para muy temprano hacia los parques nacionales.